domingo, 17 de noviembre de 2019

El ensayo


El ensayo

El ensayo es un tipo de texto en prosa que explora, analiza, interpreta o evalúa un tema. Se considera un género literario comprendido dentro del género didáctico.
Las características clásicas más representativas de un ensayo son:
  • Es un escrito serio y fundamentado que sintetiza un tema significativo.
  • Tiene como finalidad argumentar una opinión sobre el tema o explorarlo.
  • Posee un carácter preliminar, introductorio, de carácter propedéutico.
  • Presenta argumentos y opiniones sustentadas.
Casi todos los ensayos modernos están escritos en prosa. Si bien los ensayos suelen ser breves, también hay obras muy voluminosas como la de John Locke Ensayo sobre el entendimiento humano.

Historia del ensayo
EUROPA


El desarrollo moderno y más importante del género ensayístico vino sobre todo a partir de los Essais (1580) del escritor renacentista francés Michel de Montaigne, término que en francés significaba "tanteos, tentativas". Unos años después, Francis Bacon siguió su ejemplo y publicó sus Essays que en su primera edición de 1597 contenía 10 ensayos y en su tercera edición, la más amplia e impresa en 1625, contenía ya 59.
Los precedentes más antiguos del ensayo hay que buscarlos en el género epidíctico o demostrativo de la oratoria grecorromana clásica; las Cartas a Lucilio (de Séneca) y los Moralia (de Plutarco) vienen a ser ya prácticamente colecciones de ensayos. En el siglo III d. C. Menandro el Rétor, aludiendo a ello bajo el nombre de «charla», expuso algunas de sus características en sus Discursos sobre el género epidíctico:
  • Tema libre (elogio, vituperio, exhortación).
  • Estilo sencillo, natural, amistoso.
  • Subjetividad (la charla es personal y expresa estados de ánimo).
  • Se mezclan elementos (citas, proverbios, anécdotas, recuerdos personales).
  • Sin orden preestablecido (se divaga), es asistemático.
  • Extensión variable.
  • Va dirigido a un público amplio.
  • Conciencia artística.
  • Libertad temática y de construcción.
En Grecia donde el ensayo tiene su origen como discurso epidíctico, se consideraba como una proposición original que dispone elementos de creación, generación e innovación. Se partía del conocimiento normal (establecido) para romperlo. A partir de elementos que lo hacen, al conocimiento, diferente en: perspectiva, conjunción, relación, conformación, etc.

Japón  



Los ensayos existían en Japón varios siglos antes de que se desarrollaran en Europa en un género denominado Zuihitsu que se remonta a casi los inicios de la literatura japonesa. Muchas de las primeras obras más notables de la literatura japonesa están en este género. Un ejemplo notable es Makura no Sōshi (El libro de la almohada) del siglo XI escrito por Sei Shonagon, dama de compañía de la emperatriz, en la que recogió sus experiencias diarias en la corte Heian. Un segundo ejemplo es Tsurezuregusa (Ensayos en ociosidad) escrito por el monje budista Yoshida Kenkō. Kenkō describió sus breves escritos de manera similar a Montaigne, refiriéndose a ellos como "pensamientos sin sentido", escritos en "horas muertas". Se trata de su trabajo más famoso y una de las obras más estudiadas de la literatura japonesa medieval

Tipos de ensayo

El ensayo ha sufrido varios intentos de clasificación, pero por lo general, se establecen a partir de dos puntos de vista distintos:
  • los que se fijan predominantemente en el contenido: históricos, críticos-literarios, filosóficos, sociológicos, etc.
  • y los que toman en cuenta el modo como el ensayista trata su tema: informativos, críticos, irónicos, confesionales, etc.
Al final, todas estas clasificaciones varían con la época  y son útiles desde el punto de vista pedagógico, pero todas son insuficientes cuando se enfrentan con la complejidad de la obra de un ensayista.[7]

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